A la hora de encontrar el colegio adecuado, existen innumerables fuentes de datos en las que indagar. Puede acudir a las puntuaciones de los exámenes del colegio y destinos universitarios, sitios web, y redes sociales en la búsqueda de indicios de que ese podría ser el lugar.
Pero también es necesario un poco de introspección sobre las aspiraciones de uno. ¿Qué quiere específicamente para su hijo, más allá de los objetivos vagos de que sean «felices y tengan éxito»? Es una pregunta abrumadora que requiere reflexión sobre sus conceptos de aprendizaje, comunidad y quizás sobre lo que significa una vida relevante.
En muchos sentidos, todo comienza por determinar si una escuela cumple lo que promete. Esto significa buscar evidencias tangibles de los valores de una escuela y ver cómo prioriza el bienestar y lo académico. ¿Fomenta el entorno de aprendizaje la curiosidad y la colaboración y nutre el desarrollo emocional y social? ¿Va aunada la alegría al rigor académico? Barnaby Sandow, director del Nord Anglia International School Dublin, cree que cuando los padres visitan una escuela vale la pena pasar tiempo en el aula y recorrer el lugar. «Observe cómo están organizadas las aulas, no en filas para el aprendizaje de memoria tradicional», afirma. «Se buscan oportunidades para la curiosidad y la colaboración, y un sentido de propósito». El sentido de agencia es un aspecto fundamental, continúa, y una señal reveladora son las exposiciones de trabajos estudiantiles que no se ajustan a un enfoque de set de identidad. «Si puede ver que los resultados son muy diferentes, es porque los niños han encontrado algo interesante y lo han indagado en profundidad aprovechando esa pasión», dice. «Un enfoque que potencia su curiosidad significa que los chicos están involucrados de forma activa. Sus cerebros disparan serotonina y dopamina, y aprenden porque quieren aprender». Justo lo opuesto a «macharcarse antes de los exámenes porque tienen miedo de lo que pasará si suspenden, mientras inundan sus cerebros de adrenalina, cortisol y aprendizaje a través del miedo», afirma.
Es fundamental que se pregunte qué está buscando como experiencia de clase para su hijo. Y después pregunte eso exactamente durante su visita, aconseja Oona Carlin, directora del British International School de Washington. Ella recomienda que los padres visiten la posible escuela en persona, idealmente más de una vez, y mantengan conversaciones abiertas y honestas con los educadores allí, explorando cómo «entienden el proceso de aprendizaje y los diferentes enfoques que podrían implementar». «Una buena escuela podrá explicar cómo individualiza sus lecciones y se asegura de que cada alumno pueda progresar», afirma. También aconseja realizar la visita durante un día normal de colegio. Su colegio ofrece un montón de «visitas abiertas», continúa, que difiere de los días abiertos en que muestran «no solo todas nuestras actividades explosivas y emocionantes sino la actividad y funcionamiento diario de la escuela». Para Tracy Connor, directora de Léman International School Chengdu, ser igualmente explícito sobre cómo se atiende a aquellos con necesidades adicionales también es clave. Ella aconseja que los padres exploren la política de inclusión y supervisen los detalles de cómo se aplica. «¿Se retira del aula a los estudiantes para recibir apoyo, o eso se puede atender en el aula? ¿Hay miembros del equipo académico dedicados y bien capacitados para brindar este apoyo?», pregunta.
Elegir la escuela adecuada debería ser un proceso colaborativo entre padres e hijos. Para los estudiantes más jóvenes, suele significar crear oportunidades para que experimenten el entorno escolar de una manera relajada y natural. Como explica Barnaby Sandow: «Muchas escuelas ofrecen sesiones de "quedarse y jugar", que permiten a los niños explorar las aulas, interactuar con los maestros y relacionarse con otros estudiantes en un entorno informal. Estas experiencias pueden ser invaluables para ayudar a los padres a evaluar el nivel de comodidad de su hijo y su respuesta natural al espacio; después de todo, un niño que se siente a gusto tiene muchas más probabilidades de prosperar». Para los estudiantes de secundaria y bachillerato, la participación es aún más crítica. En esta etapa, tienen un concepto más claro de sus intereses, preferencias de aprendizaje y ambiciones. Animarlos a hacer preguntas y expresar sus opiniones durante las visitas escolares les ayuda a sentirse escuchados. Más importante aún, reflejar sus palabras —reconociendo sus preocupaciones, aspiraciones o entusiasmo— le demuestra a su hijo que su opinión importa. Esto genera confianza y les ayuda a sentirse dueños de su educación, reforzando que la elección final es una decisión compartida en lugar de una que se toma por ellos.
Esto va de la mano con la pregunta sobre el tipo de apoyo al bienestar del cual se beneficiaría su hijo. Es un tema de gran importancia para todas las escuelas, pero especialmente para aquellas que ofrecen internado, como el Swiss International Scientific School en Dubái, dirigido por la directora Ruth Burke. Si está considerando una escuela en la que su hijo vivirá en las instalaciones durante gran parte del año, es probable que un objetivo clave sea asegurarse de que existan los sistemas adecuados para que se sienta cuidado, particularmente en momentos difíciles. «Lo fundamental, cuando un estudiante o sus padres sienten que están teniendo dificultades, es la comunicación abierta y la transparencia», dice Burke. «Contar con adultos de confianza disponibles y relaciones basadas en el respeto y el cuidado facilitará la identificación temprana de problemas y el diálogo para encontrar soluciones». Tiene un valor enorme ser asertivo en sus discusiones sobre dichos sistemas. «Más allá de venir con unos cristales y ver si se iluminan en el ambiente, creo que está justificado preguntar qué enfoques sistemáticos utilizan los líderes para saber si los estudiantes están contentos», dice Barnaby Sandow. NAIS Dublin utiliza el enfoque PERMAH. Este enfoque desglosa el bienestar en seis áreas: emociones positivas, compromiso, relaciones, significado, logros y salud, y ofrece «acciones reales y concretas que [los estudiantes] pueden tomar para abordar cada una de ellas».
También está el tema de las necesidades sociales y emocionales de los padres ya que concierne la comunidad del colegio. ¿Está buscando un lugar donde mostrar sus habilidades en la venta de pasteles y festivales o prefiere un enfoque más pasivo? La cercanía de las comunidades en los colegios internacionales puede suponer una enorme fuente de apoyo para algunos, cuyas redes de familia y amigos se encuentran muy lejos. Cuando busque un colegio, indague cómo son recibidos los padres, y cómo se «establece una comunidad consciente». «Somos muy afortunados por tener una cafetería con una sala para padres, que de hecho fue creada por los mismos padres» comenta Sandow. «Es una prueba tangible de que existe una comunidad y de que quieren pasar tiempo en el mismo espacio».
¿Y qué pasa con la vida de su hijo fuera de clase? ¿Disfrutarían de una amplia oferta de deportes y clubes, o se sentirían más a gusto en una biblioteca bien equipada? Oona Carlin sugiere explorar cómo se puede ayudar a su hijo a prosperar más allá del programa académico, para que se divierta e incluso para desarrollar su carrera profesional en el futuro.
«Si quieren ser sanitarios, pregunte si existe una sociedad médica. Si están interesados en dedicarse a la política, ¿hay algún club de debate o Modelo de Naciones Unidas?» Asimismo, continúa, considere qué otras habilidades de vida desea para su hijo, desde conocimiento financiero hasta cocina. «Cuando vas a la universidad saber cocinar unos buenos espaguetis a la boloñesa te ayuda a hacer amigos», se ríe.
En última instancia, su elección de escuela trascenderá la logística y las clasificaciones académicas y, esperamos, será una cuestión de alineamiento. Para encontrar la opción adecuada, deberá cuestionar sus propias creencias e intentar comprender mejor las de los maestros y líderes de sus posibles escuelas. Entonces podrá entablar el tipo de diálogo matizado y centrado que se necesita para esta tarea, que, después de todo, no se trata solo de elegir una escuela, sino de una asociación para dar forma a la vida de su hijo.
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